28.10.09

Dolor de muelas

chattering teeth

Un mazo parece apoyarse contra mi sien. Mi lengua no para de moverse y mis glándulas salivales, de salivar. Diminutas avispas parecen picarme en la encía mientras siento la sangre correr, los latidos.
Parece una cruenta coreografía sin más motivo que el de entretener al rey de los Dolores. Don Lor I.
Me quedo tirado en el frío y emparrillado banco rojo del andén 2 de la estación de Cercanías.
Mientas me masajeo la sien, no aparto la mirada del elevado panel negro donde se anuncia el siguiente tren. Quedan 9 minutos. Cierro los ojos e intento trasladar mi mente a algo agradable. Los vuelvo a abrir.

Por el rabillo del ojo puedo notar la inquieta mirada de una mujer que está sentada a mi izquierda, muy pegada a mí. Va ya por su segundo cigarro. Al mismo tiempo, consigo retener el dolor en mi pie derecho, y de mi zapatilla parece que vaya a salir un alien de tanto mover los dedos. La mujer se creerá que tengo más mono que ella. Qué suerte la mía en ese caso.
En la vía de enfrente, un hombre nervudo no para de caminar de un lado para otro. Su camiseta, verde kaki, comienza a tomar colores sudorosamente oscuros al deredor de sus axilas y su espalda.
Tengo que dejar de mirarle, tengo que pensar en algo que no me altere, que no me inquiete.

Con una mueca inhumana y con la mano pegada al lado derecho de la cara, vuelvo a dirigir la mirada al elevado panel. ¡Aún quedan 9 minutos! Ni siquiera el tiempo está conmigo.
Qué injusto es: qué rápido pasa cuando no nos acordamos de él y que parsimonioso se vuelve cuando le necesitamos. Qué jodío, no sabe nada.

Otro latigazo. Este sí que es fuerte. Me ha dolido hasta a mí.
Descubro que pasar la lengua por la muela no lo va a aliviar.
Se me ocurre entonces que podría sacar la libreta y escribir sobre esto. ¡Eh, esa es buena, Dave!
Y empieza a hacer efecto. ¿Para qué necesitas analgésicos si puedes distraer el dolor imaginándotelo? Ni siquiera la música me ayuda esta vez: lo suave me resulta agonizante, como una muerte por asfixia; y lo que me parece más vivo no hace sino invitar a los nervios a ponerse aún más nerviosos.

En fin, hay dolores puñeteros, pero los de la boca se llevan el título de calle. Sólo basta con evitarlos.

Vaya, ahí llega mi tren.

10.10.09

Mi primera semana en Tuenti


En las oficinas de Tuenti on Twitpic



El viernes se cumplió mi primera semana de trabajo en Tuenti, red social que toda España conoce y utiliza. Pero la historia se remonta algún tiempo atrás.

Y es que nunca pensé que ganaría un concurso y menos que brindara una gran oportunidad. Una de esas que están hechas para tí, al margen de un viaje al Caribe con todos los gastos pagados, claro.
Entrar en el proceso de selección para trabajar en una empresa como Tuenti es todo un lujo, y más después de haber pedido toda esperanza hace un año, cuando envié mi CV en vano.
Pero hace 15 días me presenté en las oficinas de la Plaza de las Cortes y, maravillado y bloqueado con aquel espacio tan diáfano, me hizo la entrevista Erin, una de las responsables de User Support.

Subía entonces hasta la 4ª planta, con la bandolera colgando, nervioso y emocionado al mismo tiempo. En las oficinas hay un ambiente inmejorable y no vacilan para presentarse, darte la bienvenida (incluso las he visto por el correo interno de la empresa!) y entablar una conversación. El frío no existe.

Un lado del cuadrado que es la planta de Tuenti está ocupado por la parte tech, los de arquitectura, desarrollo... los informáticos y tejedores, vaya.
Justo al otro lado, se encuentran los responsables de marketing, de recursos humanos, relaciones públicas, comerciales, comunicación...
Y entre ambos frentes hay otro pequeño grupo de personas, verdaderamente aptas e inteligentes: nosotros, los becarios. Aunque hay también más estudiantes y recién licenciados en la parte tech y en la comercial.

Mis manzanas en Tuenti on Twitpic


Mi cometido, ligado al Departamento de Soporte de Usuario o User Support, se "limita" a tramitar y resolver las distintas denuncias de usuarios de Tuenti: fotos, perfiles falsos, suplantaciones de identidad, abusos y violencia, fallecimientos, contenidos pornográficos, menores de 14 años... ¡ni os imagináis la cantidad de denuncias y robos que hay al día! ¡A miles!
Por eso pongo limita entre comillas, por la cantidad y la complejidad en lo que pueden convertirse las situaciones más triviales, como "bórrale el perfil a fulanito, porque no es él" , "sé que tiene menos de 14 años..." o "se mete en el perfil de su novia sin que ella lo sepa", que muchas veces necesitan más tiempo.

¿Cómo es la vida en la oficina?

A parte de poder pasearte con tu camiseta de Regreso al Futuro y disfrutar de las free vending machines, es muy reconfortante sabes que tienes comida en la cocina. La que quieras. Menos solomillos y marisco. ¿Un cafelito? Nespresso, what else ¿unos burritos? ¿un yogurt, quizás? ¿chocolate? ¿nocilla? la cual he podido probar sólo una vez... ¡vuela!
Eso sí, tampoco es cuestión de abusar. Un golpecito que otro siempre es bienvenido.

De vez en cuando te puedes encontrar hasta surtidos internacionales, como el pan sueco. Untado con Philadelphia, c'est demasié. Será por los no pocos abanderados escandinavos que hay.

Una mesa de ping pong, un futbolín (bueno, es un table-soccer made in Yankilandia, pero no me quejo) y una generosa televisión con la Play 3. ¡El otro día comprobé que algún día podré cantar Queen con el Singstar!

A priori se puede pensar que es una estúpida forma de pagar al trabajador para que esté jugando una hora al día en la oficina. Sin embargo, no es más que una brillante manera de distensión, de descanso y sobre todo, de confianza: al final juegas con alguien, formas parte de su equipo y llegas a conocer más aspectos de tus compañeros que si se limitara al encuentro de la hora de la comida o a las charlas en el excusado.

Por el momento, no sé aún si por la novedad, no hay un día que no quiera o no me apetezca ir a la oficina. "Claro, porque te lo pasas de puta madre", dirán algunos. "Sí, curro pero además me divierto". Y en una empresa de estas características, la mente abierta y en constante estímulo son obligatorios.

Lo único que estoy deseando es coger algo más de confianza y poder aportar mi granito de arena, no sólo en User Support, sino también como usuario que soy.

Veremos a ver qué nos deparan estos 3 meses de experiencias.