Un cóctel de Europa y África con acento y sabor a maní. Los caboverdianos no miran a África, no tienen su guerra, no quieren cosas de negros.
Bueno, amigos, si he tardado tanto en escribir esta entrada no ha sido por otra cosa sino para haceros sentir el verdadero sentido de la vida caboverdiana. Puro ritmo isleño, fica tranquilo, como les gusta decir. Total, que tras dejar esto pasar me he dicho, qué demonios, por qué no haces una buena re-inmersión en tu viaje, ya que estás... Declararé por tanto esta entrada como una mini guía de viajes de bolsillo.
Cabo Verde, ah, ese archipiélago que no se jacta precisamente ni de ser verde ni de pertenecer a ningún rango militar en particular. De hecho, se llama así porque en Senegal (estampo un mapa a continuación) hay un cabo -aquí hablo del accidente geográfico- llamado Verde al que le sigue una línea imaginaria que llega hasta el archipiélago que nos ocupa. Ahora, para desgracia de los amantes de la etimología y de los finales felices, el cabo Verde de Senegal ha sido tomado por un complejo hotelero francés. El yugo del hombre blanco en África, ya sabéis.
Casi 700km separan las islas de Cabo Verde del cabo Verde de Senegal (flecha roja) |
Me desvío, disculpadme. Cabo Verde. Las islas de Cabo Verde. Sabéis, si tuviera que definirlas sería algo así como un cóctel de Europa y África con acento y sabor a maní. Los caboverdianos no miran a África, no tienen su guerra, no quieren cosas de negros. Prefieren el euro y el dólar. Conocieron la riqueza y ahora la pobreza. Pero tranquilos, no es ni mucho menos un sitio peligroso sino todo lo contrario.
Paisajísticamente hablando, han sido torturadas con aridez y mucha arena. De las 9 islas habitadas, 6 son pura arena de playa y paisajes lunares salpicadas de volcanes. Yo os voy a hablar de las que visité (y creo que son las que más van a disfrutar los que no vayan buscando única y exclusivamente playa), pero le voy a poner un eslogan a otras islas de las que oiréis hablar bastante, por si os pica el gusanillo:
Islas de Barlovento (norte):
- Santo Antao: la isla verde por excelencia, la que se quedó los valles, las terrazas verticales, las cañas de azúcar y el grogue
- Sao Vicente: la isla del viento y capital cultural de CV
- Sal: arena, aguas turquesas y todo incluído.
Ilhas do Sotavento:
- Sao Tiago (Santiago para los amigos) y su capital, Praia: la 'gran' urbe de Cabo Verde, sus ladroncillos callejeros y sus playas turísticas
- Fogo: alberga un volcán en su interior, que entró en erupción por última vez hace algo menos de un lustro
Cabo Verde es más que playas y arenas fina
Fui con dos amigos a la isla, en busca principalmente de buen rollo y naturaleza. Tras comprobar que los vuelos internos no son lo que se dice baratos y que el barco tarda demasiado para los días que fuimos (9 en total), nos centramos en las islas de Sao Vicente y Santo Antao, la isla cultural y la isla verde, respectivamente.
Este tándem te permite pasar unos días en Mindelo, la capital de Sao Vicente, con bares de música en directo, restaurantes en el paseo marítimo (pero sin lujos) y un mercado de peces muy famoso.
Cómo Llegar
La eterna duda: "Pero... ¿Cabo Verde no está muy lejos?" No tanto. Casi todos los vuelos, por no decir todos, pasan por Lisboa antes de llegar a CV. Desde Lisboa son 3 horas de vuelo.
Las dos principales aerolíneas con TACV (aerolíneas de Cabo Verde, en la que fuimos. Muy correcto todo el viaje. Precios desde 250€ i/v) y TAP (aerolínea nacional portuguesa y normalmente más cara).
Como alternativa al vuelo de escala, y dependiendo de la ciudad de origen, puede resultar mucho más económico llegar a Lisboa en coche y aprovechar también algunos días en la capital portuguesa.
Dejar el coche en el aeropuerto de Lisboa (easyParking) son 4/5€ al día, muy barato y hay muchos parkings por el estilo.
Alojamiento
Para sorpresa del viajero occidental, la oferta de Airbnb es muy amplia y barata, y permite entrar en contacto con gente local muy fácilmente.
En Mindelo estuvimos en un apartamento bastante normalito, pero si cruzáis a Santo Antao (os obligo a cruzar, de hecho), tenéis que quedaros en Casa das Ilhas en pleno corazón del valle de Paúl y con unas magníficas vistas.
Valle de Paúl, isla de Santo Antao |
Música
Inglaterra tiene a sus Beatles, Bélgica a su Jacques Brel, Canadá a Justin Bieber... y Cabo Verde a Cesária Évora, la reina del 'fado caboverdiano' y extremadamente querida/idolatrada en el país. No os voy a engañar, no es una fiesta pero tiena esa morabeza caboverdiana que muchos habitantes te intentan transmitir: cantar para recordar al que se ha ido de su tierra.
Dejando a un lado a Cesária, el esqueleto lo váis a mover pero bien. El ritmo africano es contagioso y sobre todo, muy natural. En las islas más turísticas (Sal, Boa Vista, Sao Tiago) hay más oferta de discoteca. En Mindelo (isla de Sao Vicente) prima el reggae.
Y por supuesto no puede faltar la banda sonora de la África lusófona, "Mama África": https://www.youtube.com/watch? v=biToOIyr2QU.
Miscelánea
- Desconocía la combinación de montaña y alcoholismo, pero os cruzaréis con curiosas personas a lomos de su burro, borrachos como una cuba por el grogue, el licor típico de Cabo Verde. Es algo así como la cachaça caboverdiana, hecha a base de caña de azucar.
- No os asustéis si al pasar por alguna casa, sale un olor (cheiro en portugués) muy rico y al acercaros, salen de casa y os invitan a comer. Sin miedo, entrad y dejaos acoger por esta gente tan increíble.
- El culto al cuerpo es una realidad en estas islas. No son pocos los gimnasios improvisados que plagan playas y calles. Un lujo para la vista de ellas... y de ellos.
- Siempre que viajo suelo acudir a blogs tipo El Viajero de El País (este artículo y este otro) y me veo los episodios correspondientes de Madrileños/Españoles por el Mundo. Siempre se aprende algo que no viene en las guías de viajes.
- De todas las guías de viaje de Cabo Verde en castellano, la Guía Azul es la más completa y actualizada.
Pintada en la ciudad de Mindelo, Sao Vicente: "y aún siguen diciendo que somos seres inteligentes" |
No hay comentarios:
Publicar un comentario