29.7.10

El gancho es quien elige quién se va y quién se queda

He leído un artículo que me ha dado bastante de qué pensar. Habla sobre cómo a través de Twitter se puede comprobar el estado anímico de toda una población.
Parece increíble que puedan llegar a elaborar un mapa, un dibujo, un gráfico sobre la felicidad o la tristeza, o el descontento o la euforia de una sociedad.
Es una información tan importante que produce pavor.


En el artículo hablan de este aspecto, diciendo que "El mapa podría ser útil no sólo para recabar la opinión pública, sino para movilizar rápidamente a los usuarios, como en una campaña para donaciones de emergencias humanitarias."
Si lo analizas detenidamente, nos convertimos en seres totalmente vulnerables, adelantamos nuestras acciones ya que se puede acceder a cómo se siente la sociedad en un determinado momento (y no lo olvidemos: EN TIEMPO REAL) con las consecuencias, buenas y malas como siempre, que eso conlleva.
Alguien dirá "pero yo no estoy en Twitter, no está todo el mundo". No, es cierto, pero si uno de cada 3 abre la boca para decir algo, la suma de muchos de ellos dejan al descubierto numerosísimas opiniones, modos de actuar, ganas y sensaciones. Y cada vez el número es mayor por casa vez más sencillo acceso a esta herramienta.
¿Empezarán a aparecer ofertas sólo a determinadas horas del día en tiendas o restaurantes?
Hora de la Happy Burger de McDonalds. de 1 a 3 de la tarde. Porque sabemos que eres feliz. ( para pá pá paaaa I'm lovin' it! )

Tengo curiosidad, la verdad, por ver qué sucederá de aquí a 5 ó 7 años mientras la zancada de Internet sigue crecieeeendo y creciendo. ¿Eliminaremos fronteras o será una asfixia tener tanto tan cerca de nosotros?

Artículo completo en ElMundo.es

26.7.10

El indie que quería ser funk

Lo primero dale al PLAY si tienes Spotify: The Virgins – Rich Girls - Explicit Album Version

Desde que Alex Kapranos se imaginara pistas de bailes inundadas con Take Me Out muchos han sido los grupos que han intentado mover caderas.
El indie es un de esos fenómenos musicales que al no ser por definición un estilo de música ha tocado más de uno de ellos: punk, rock, R&B y funk. Un popurrí de sonidos que han hecho besar la gloria a más de uno (véase a los Libertines o años después a los Stokes o a Arctic Monkeys) y que ha terminado extendiéndose también al mundo de la moda a través de iconos indies, creando una ya consolidada tribu urbana.


A pesar de toda esa vaguedad que rodea al indie, una cesta en donde todo cabe, de vez en cuando aparecen temas curiosos: unos enérgicos, otros evocadores, otros merecedores de algún meneíto.
El tema que aquí dejo es de The Virgins, un grupo americano que se dedica principalmente dance-rock. Cuatro notas, porque son unos notas, sacados de la Movida Madrileña ataviados con chupas de cueros acremalleradas y cuyo cantante (el del cigarro de la foto), una suerte de Bruce Springsteen en sus orígenes aunque más escuálido, pretende resucitar a Ian Curtis con cada movimiento.
También hay que decir que cuidan sus directos, prestan atención al sonido del bajo, al ritmo perfecto y doran de cuando en cuando con un wah-wah.
Escuchas el tema de 'Rich Girls' y en 20 segundos has pasado por guitarras Franz Ferdinand, bajos entrecortados sacados del DrBeat de Miami Sound Machine y voces de los geniales Klaxons, ¡falsetes incluidos! El 00:58 hace pensar en Jamiroquai.

Aquí va Rich Girls. No esperes a Funkadelic ni a KC, pero sí 3 minutos de inevitable movimiento de pierna con algunos detalles que merecen ser reconocidos.

YouTube no deja postear el vídeo al ser official, así que aquí dejo el link.

19.7.10

Porque ya no somos unos fachas

Más vale tarde que nunca, más tarde porque es verano y no siempre se está en casa para escribir en el blog.
Quería, con algo de delay, dejar huella en ENREDADO de la victoria más famosa del deporte español y la más famosa en este 2010 por lo menos.
Quería hablar sobre las miles de banderas que he visto y sigo viendo en Madrid, que vi en Galicia y Almería en estos días.
Quería hablar sobre los increíbles comentarios y las inimaginables ironías sobre llevar banderas de España en el coche, en las terrazas, en los móviles, en las camisetas... Quería hablar sobre todo ello, porque me impacta.

En lo que al fútbol se refiere, creo que queda claro que todos los jugadores de esta Selección pasarán a la historia y que todos nosotros sabremos recitar sus nombres a nuestros hijos y nietos, hallá por el 2030, rollo Cómo conocí a nuestra Roja. También queda claro que no sólo es una victoria deportiva, sino que tiene un impacto y repercusión cultural pocas veces antes vista en nuestro país. ¿Aparecerá en la conocida por todos flecha del libro de Historia, con los eventos más importantes del siglo XXI? Apuesto a que así será.

Se puede creer en el oportunismo de que los abanderados del deporte rey en nuestro país y en la mayor parte del mundo se hayan alzado con una copa que nos une a todos y que por ello ahora nos entra la vena del yo soy español, español, español. Se puede creer y se sabe que somos un país dividido y que ojalá esto de verdad sirva para que cada uno de los españoles podamos llevar con orgullo y con patriotismo la bandera de nuestro país, sin caer en fascismos ni franquismos estúpidos e inútiles.
Que el debate del Estado de la Nación de la semana pasada haya tenido una audiencia 10 veces menor que la final del Mundial de Fútbol no indica otra cosa que la de un país desencantado con los que dicen gobernar pero fiero a sus colores y a sus logros deportivos, estandarte de la vanidad nacional desde los tiempos de la Antigua Grecia.

Tengo curiosidad por saber hasta cuándo durará toda esta fogosidad de color rojo y amarillo. ¿Durará hasta Navidad cuando tengamos que cambiar la decoración y la bandera bicolor dé paso a los abetos multiluminosos? ¿O durará como dura una bandera norteamericana en un bonito jardín de Long Island?

Nos dividimos en una Guerra Civil, a pesar de nuestra incivilización, y no sé si quiero llegar siquiera a pensar que todo se unirá por la fiesta de Iniesta.

Esta foto está sacada de una increíble galería de fotos sobre el Mundial (vía @hombrelobo)

8.7.10

Ésta es nuestra era.


Me ha picado la curiosidad horas después del partido contra Alemania sobre qué opinarán los periódicos germanos, primero, y los del resto de países. ¿Qué dirán de este partido? ¿Qué dirán de España? ¿Cómo nos tratarán en titulares?
La respuesta es evidente pero lo que ha sucedido en este partido no lo es tanto. Creo que en mundiales pasados no ha habido tanto seguimiento a un equipo dentro de un Campeonato Mundial; y desgraciadamente no vivi los años dorados del fútbol holandés o el 70 de Brasil y me inclino a creer que nuestra Selección Nacional será recordada como tal. Como una escuela del fútbol o algo parecido, de una generación que ha pertenecido a un momento dulce dentro del deporte español. Sino, fíjate, tenemos a un español levantando copas en jardines, tierras batidas y cementos, a otro codeándose con la élite del baloncesto, un bicampeón de Fórmula 1, referencias encima de motos de todas las cilindradas…
Desde que saludamos al mundo del deporte a nivel internacional, con los Juegos Olímpicos de Barcelona del 92, España no ha conocido un estado de gracia como el que conoce en estos momentos. Algún repunte en fútbol, país más de clubes que de Selecciones, en tenis de cuando en cuando… pero en apenas 10 años hemos logrado por primera vez en nuestra historia alzarnos con campeonatos mundiales en las más diversas y pesadas disciplinas: baloncesto, tenis, fórmula 1, ¿fútbol?
Los planetas se han alineado y tenemos la enorme suerte de poder vivir estas pequeñas satisfacciones, que aunque como siempre se dice "no nos den de comer", es una verdadera excusa para ensalzar ese orgullo nacional tan escondido, perseguido y sobretodo distorsionado que reina en España, ¿a que en este último mes nadie es un facha?
En muy poco tiempo hemos salido más veces a la calle a celebrar victorias y a sentirte exactamente igual que cualquier otro ciudadano. Dan igual clases sociales y tribus urbanas: el claxon del coche y los colores son los mismos. Los cánticos también.
Somos españoles y es un gustazo.

4.7.10

Los hermanos Coen


Uno puede pensar, ¿cómo puedes tener un director favorito? En primer lugar, te tiene que gustar el cine para poder ir más allá de lo que se ve en la pantalla: el elenco de actores, la banda sonora y la propia historia. Es evidente.
Llega un momento, como me ocurre con la música y como ocurre con cualquier arte, que no sólo escuchas una canción o ves una película, sino que comienzas a fijarte en otra serie de detalles, aunque no seas un estudioso de la materia. No hay nada como el gusto por la curiosidad. Comienzas a discernir entre el producto y la obra, entre lo elaborado y lo moldeado, lo genuino y lo estandarizado.

Pocas películas dejan un poso tan indeleble como las películas de los Coen: por sus historias, sus rocambolescos personajes y las bellas localizaciones de sus filmes, en la América interior, Minneapolis, donde nacieron; se han ido convirtiendo poco a poco en unos de mis directores favoritos. Y puedo decir que son los únicos de los que he visto todas y cada una de sus películas (sí, hasta la infumable Crueldad Intolerable).
Movimientos de cámara, luces, fotografía, aprecias guiños a otras películas o a otros géneros, desenmascaras clichés cinematográficos… por eso me encantan los Coen porque, junto con Jim Jarmusch, son los que por decirlo de alguna manera, me han introducido en el mundo del cine.
Como Woody Allen, ellos también escriben sus propias películas, algo admirable desde mi punto de vista y que demuestra la envidiable capacidad para crear escenas auténticas y con denominación de origen.
Decenas de minutos para observar y gozar de los infinitos detalles que van apareciendo. También son algo que debo y debemos a aquellos que decidieron rodar a expensas de Hollywood, trazando un línea en otra dirección, lo que comúnmente se llama 'cine independiente'. Como todo, hay fiascos y triunfos en ambos bandos, pero el derecho fundamental de todo artista está recogido lejos de los que pretenden entretener teniendo en cuenta al hastiado público.
Y es ahí donde se encuentran Joel & Ethan Coen.

Aunque ya les conozcas, aquí tienes un repaso por la filmografía de los Coen Bros, sacado de una ciclo de directores que emite la TCM. Desde la genial Sangre Fácil hasta No Country for Old Men (está grabado antes de Quemar Después de Leer). Indispensable.
Si quieres seguir frikeando, también encontrarás a Jim Jarmusch, Tarantino, Tim Burton, Eastwood, Wong Kar Wai o el mismísimo Scorsese.


2.7.10

London Spots

Como ocurre con todas las ciudades famosas de este planeta, hemos estado sin estar, hemos enseñado fotos sin haberlas tomado incluso hemos paseado por sus calles estando sentados en casa. La tecnología y la globalización son dos fenómenos que tienen más ventajas que inconvenientes pero a mi parecer éstos últimos pueden influir muy negativamente a la hora de visitar una ciudad o un lugar, después de haber sufrido indiscriminados ataques de imágenes y postales varias.
Y Londres no puede ser menos, una urbe mundialmente conocida y estereotipada en su Big Ben, sus cabinas rojas, su British Museum, sus autobuses de dos pisos, su City, su Picadilly Circus, su Oxford Circus… No les niego su belleza e interés, pero tras haber viajado varias veces a la capital me di cuenta, y me dieron cuenta, de que había más ciudad, mucho más Londres.


Aquí dejo algunos rincones que he descubierto en estos últimos dos años, rincones de Londres.

PRIMROSE HILL

Da igual si es atardecer o amanecer, si vas por la tarde o por la mañana. Da igual el momento porque Londres va a estar siempre ahí puesta y la podrás contemplar desde lo alto de esta continuación del Regent's Park.
Si vas a pasar el día en Candem, te recomiendo sigas por Regents Park Rd (cruzarás un puente y terminarás en una curva abrigada por casas victorianas, a los pies de la colina). Muchos son los famosos, de toda calaña, que han vivido o están viviendo en esta zona, a caballo entre lo alternativo de Candem y lo clásico de Regent's: Engels, Ewan McGregor, Helena Bonham Carter, Agyness Deyn, Jude Law, Tim Burton, Rachel Weisz, Sienna Miller o Kate Moss. Dije de toda calaña.
Los metros más cercanos son Candem Town y Chalk Farm (línea Northern Line, la negra). Si por lo que sea te subes en el bus 274 que sepas que terminarás en Primrose Hill.

WILLESDEN GREEN

Es un barrio al noroeste de lo que podemos considerar el meollo londinense y su parada homónima (línea Jubilee) de tube cierra la zona 2. Así no que no hay excusas de que la Oyster Card–el abono transporte imprescindible si vas a Londres– no te permite llegar hasta allí.
No te voy a engañar, el barrio bonito bonito no es. Tiene la mayor concentración de hindús de la ciudad, eso sí. Y los precios, en consecuencia, están tirados. Estuve aliméntandome más de una semana en una pizzería de High Road con el nombre de Pizza Inn: pizzas a 1,5£ con tres ingredientes. Enfrente, para los amantes de la hamburger, dos chicken + fríes por 2£. ¿Quién da más, oiga?
En bus, llegarás en el 52 desde Victoria Station (atento a la voz del bus cuando pronuncie "Willesden Bus Garage", se acabará conviritiendo en algo mítico).
Aprovecho para hablar de la línea 52 de autobús, muy útil ya que cubre la ruta Willesden - Ladbroke Grove - Notting Hill - Kensington - Knightsbridge - Victoria y tiene su propio búho, el N52.
Después de saborear el Pizza Inn puedes también llegar hasta el corazón de Londres en el 98 (Oxford Circus).

HOSPITAL OF HORSE

Volvemos a Candem, esta vez a unos establos. Un sitio peculiar donde los haya, con permiso del Cyber Dog. Se trata de, exactamente, unos establos-lounge que puedes alquilar para pasar una tarde privada con los amigos y hacer prácticamente lo quieras: desde cantar karaoke (hay teles en cada establo) hasta jugar al billar, tomarte un Chivas o echarte un Guitar Hero. Están situados en la Proud Candem Gallery. Tiene una suerte de gran establo o sala multiusos, donde encontrarás música en directo, monólogos, pus, galerías de arte itinerantes, tiendas… Realmente me atrevo a decir que llega a ser un sitio de imprescindible visita.
Metro: Candem Town (Northern Line). Bus 31.
Y para no perder el sabor, en este vídeo que encontré en guirilandia.com podéis haceros una idea de los alrededores; también aparecen el mencionado CyberDog, una tienda futurista fácilmente reconocible por su entrada y colorido fluorescente, y cómo no el Hospital of Horse:


BANKSIDE

¿Qué te parece si te digo que fui a Londres y estuve también en la playa? Pues que te mentiría, ¿no? Exactamente, te estoy mintiendo, pero estuve en algo parecido a una playa. El Bankside de Londres–que así bautizamos por las enormes letras de musgo que ves en la foto–se sitúa a orillas del Támesis y tiene unas enormes escaleras en las que tirarse, con una cervecita y con la mejor de las compañías. A 10 metros, el Támesis, y justo en la otra orilla St Paul's Cathedral y la City. Un rincón de contrastes y tranquilo.

Bankside

¿Cómo llegar? Si vas a visitar la Tate Modern no puedes no parar en el Bankside Pier (nombre oficial): nada más cruzar el Támesis por el puente de Norma Foster, como si fueras a la Tate, gira a la izquierda por South Bank, siempre pegado a la orilla. En menos de 200 metros lo verás.
El metro idóneo para hacer este recorrido es Mansion House (District y Circle Line) o St Paul's (Central Line).