29.7.10

El gancho es quien elige quién se va y quién se queda

He leído un artículo que me ha dado bastante de qué pensar. Habla sobre cómo a través de Twitter se puede comprobar el estado anímico de toda una población.
Parece increíble que puedan llegar a elaborar un mapa, un dibujo, un gráfico sobre la felicidad o la tristeza, o el descontento o la euforia de una sociedad.
Es una información tan importante que produce pavor.


En el artículo hablan de este aspecto, diciendo que "El mapa podría ser útil no sólo para recabar la opinión pública, sino para movilizar rápidamente a los usuarios, como en una campaña para donaciones de emergencias humanitarias."
Si lo analizas detenidamente, nos convertimos en seres totalmente vulnerables, adelantamos nuestras acciones ya que se puede acceder a cómo se siente la sociedad en un determinado momento (y no lo olvidemos: EN TIEMPO REAL) con las consecuencias, buenas y malas como siempre, que eso conlleva.
Alguien dirá "pero yo no estoy en Twitter, no está todo el mundo". No, es cierto, pero si uno de cada 3 abre la boca para decir algo, la suma de muchos de ellos dejan al descubierto numerosísimas opiniones, modos de actuar, ganas y sensaciones. Y cada vez el número es mayor por casa vez más sencillo acceso a esta herramienta.
¿Empezarán a aparecer ofertas sólo a determinadas horas del día en tiendas o restaurantes?
Hora de la Happy Burger de McDonalds. de 1 a 3 de la tarde. Porque sabemos que eres feliz. ( para pá pá paaaa I'm lovin' it! )

Tengo curiosidad, la verdad, por ver qué sucederá de aquí a 5 ó 7 años mientras la zancada de Internet sigue crecieeeendo y creciendo. ¿Eliminaremos fronteras o será una asfixia tener tanto tan cerca de nosotros?

Artículo completo en ElMundo.es

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