16.5.10

La teletienda

Todo el mundo conoce la Teletienda, se ha reído de ella o ha sucumbido a sus encantos. En nuestras retinas quedarán para siempre grabados los clichés que cualquier guionista de Padre de Familia emplearía para parodiar el anuncio cutre por antonomasia.
Pongámonos en contexto comentando el que es para mí el 'producto' estrella, la medalla de oro de la Teletienda: el cinturón adelgazador que te hace parecer un baywatch por el módico precio de unas nada aparatosas sacudidas de barriga. Los hay de todos los nombres posibles, pero son nombres siempre muy vendibles. Se acabó poner en juego tu integridad física con fastuosos ejercicios de los de toda la vida–¡crack! se rompen todos los ligamentos del cuerpo y los dos riñones por hacer una flexión–, bienvenidas sean la envidiable vida social y oportunidades que proporciona el perder peso con Abdomilator 3000.
Estos anuncios suelen jugar mucho con el color para dar cuenta al espectador de lo desgraciadamente gordo y socialmente rechazado que era en el ANTES. Pero si ponemos un poquito de alegría a la imagen, y de paso cambiamos de actor/actriz, un perfil con 30kg menos perfectamente medidos con un metro del Leroy Merlin se convierte en el gancho que a todos deja perplejos. La hormona del consumo de calidad despierta y claro, hay que llamar. Pero hay que llamar inmediatamente si no queremos dejar pasar la privilegiada oportunidad de recibir, por el mismo precio, otro par de cinturones y un vídeo del profesor de aerobic Michael y la ochentera rubia de mallas coloreadas que demuestran cómo usar correctamente el artilugio que les está llevando a la ruina. '¿Cansada de atacar la nevera y de sentarte en pijama delante del televisor a comer barras de mantequilla?' Si no te convence, a tu disposición quedan positivas experiencias como la del tendero Sam, que perdió media tonelada de peso y ahora es Presidente del Gobierno o la del feliz e idílico jóven matrimonio Dickinson de esculturales rasgos, culos, tripas y tetas que sale de la piscina con lo puesto para demostrarte cómo tu vida puede dar un giro de 750º.

Pero por mucho que me pirren estos Cuerpoenvidiablators, no están solos. En el mismo equipo encontramos al ya mítico chef Tony y sus cuchillos que cortan planetas (por Dios, quién no conoce al bueno de Tony), el secreto de la juventud eterna en forma de baba de caracol, las camas que se hinchan en un abrir y cerrar y abrir y cerrar y abrir y cerrar de ojos o el útil soporte para el rifle que se coloca debajo del colchón. Todos ellos traducidos en un escrupuloso castellano de Valladolid. Oiga, señora, me lo quitan de las manos.

Podría dedicar líneas y líneas a la Teletienda, cosa que haré pero en pequeñas dosis como esta.
Para terminar, diré que una de las chorradas pendientes que me gustaría hacer antes de convertirme en una persona un poco más seria, es la de grabar un anuncio/sketch de Teletienda–perdona que no sea más específico, es que me parece lo mismo–.
¡Larga vida al Jex Extender!


2 comentarios:

  1. Jajajaja, genial entrada Alberto. Viva Jess Extender!! (A mi me gustan grandes)

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  2. lulu el gran osito17 de mayo de 2010, 1:05

    Quiero la batamanta ..YA !!!! jajaja

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